El Día de los Difuntos es una de las tradiciones más arraigadas en Ecuador, porque reúne a las familias para preparar dos platos tradicionales: colada morada y guaguas de pan.
De acuerdo con la historia, los indígenas ecuatorianos clavaban en la tierra una muñeca de masa de forma puntiaguda, para indicar el lugar de entierro de un fallecido.
Para ellos su ser querido no muere, sino que pasa a mejor vida, por eso, una de las tradiciones del ritual funerario era la de alimentarlo.
Luego de la velación que, duraba cinco días, los indígenas acostumbraban llevar ofrendas de la comida más apetecida de sus seres queridos a sus tumbas para rendirles tributo.
Se dice que elaboraban muñecas pequeñas con una masa a base de harina de maíz, zapallo y miel de abeja. Las muñecas o mejor conocidas como “guaguas” tenían en sus extremidades superiores roscas decorativas y en lugar de extremidades inferiores tenían terminaciones en punta.Este tipo de muñeca era conocida como “guagua con rosca” o “muñeca con rabo”.
Relatan los historiadores que las guaguas son el resultado de la combinación del cristianismo y los rituales indígenas locales anteriores a la conquista. Se estima que su origen son las prácticas agrarias, es decir la siembra y la cosecha.
Actualmente la práctica común para preparar la masa de la guagua de pan es mezclar huevos, mantequilla, manteca de cerdo y levadura. Se amasa dos veces y se hace doble leudado. Antes se horneaban en horno de leña con madera de eucalipto, que aportaba un sabor y una textura especial. Ahora las prácticas han cambiado pero la tradición se mantiene intacta.