Es ácida, nutritiva y sabrosa. Descubra cómo usarla en la cocina y todos los beneficios que le aporta.
Es una fruta autóctona de los Andes y una de las más apetecidas en el Ecuador. Su aporte nutricional y propiedades medicinales son significativas. La naranjilla destaca por su inigualable sabor cítrico, lo que la hace apta para emplearla en todo tipo de preparaciones dulces y para complementar varios platillos de sal.
Gracias a su gran contenido de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales, es considerada como un remedio natural. Incluirla en el menú familiar es una gran alternativa para erradicar enfermedades comunes y prevenir otras patologías como la anemia.
NUTRICIÓN. Es una fruta rica en vitamina C, que previene enfermedades virales y vitamina A, esencial para cuidar la vista. También contiene minerales como el hierro, calcio y fósforo, que ayudan a la regeneración de cabello, uñas y fortalecen los huesos. Sus semillas cuentan con una gran cantidad de fibra, nutriente que contribuye al trabajo del sistema digestivo y con el buen funcionamiento renal. Una naranjilla tiene tan solo 21 calorías.
CONSERVACIÓN. Si no va a consumir sus naranjillas inmediatamente, puede conservarlas en refrigeración, en la gaveta de frutas y verduras de su refrigerador, para extender su vida útil. Sin embargo, si piensa usarlas en los días próximos después de su compra, guárdelas en una funda plástica, en un lugar fresco, seco y alejado de la luz.
USOS. Aunque la forma más común de consumirla es en jugos por la mañana, puede darle varios usos alternativos. Su ácido sabor es perfecto para preparar un aderezo diferente para sus ensaladas, es la fruta ideal para realizar todo tipo de postres, infaltable en la colada de avena, el canelazo y es el toque especial que da vida al tradicional seco de chivo. Su pulpa funciona bien para hacer una miel que acompañe sus pancakes en el desayuno.
Prepare el jugo de naranjilla con la cáscara y luego ciérnalo. Así preservará más los nutrientes. |