Color, sabor y aroma. El vino rosado aporta un singular gusto ligero y se presta de maravilla para crear cócteles elegantes.
Cada día es más popular. Beber rosé es toda una experiencia para los sentidos y, si lo incluye como parte de una comida especial, se dará cuenta de que empareja bien todo tipo de comidas. Es la alternativa predilecta para deleitar a mamá en su día especial. Pero, para disfrutarlo de la mejor manera, es importante conocer más sobre esta bebida.
Sus tonos pueden ir de un rosa claro a un tono salmón, rosa violáceo o naranja pálido. Sus aromas dominantes son los frutos rojos, cítricos, especias y hasta notas balsámicas. Es un vino que, en la boca, se siente levemente ácido y dulce al degustarlo.
Es la alternativa ideal para acompañar ensaladas a base de tomate, mariscos como el camarón, pescados como el salmón, aves o pastas hechas con salsas suaves. También funciona como maridaje para la pizza, los quesos semi blandos o en tablas de embutidos para picar. Es un vino que se bebe a temperatura fría, entre 8⁰C y 10⁰C.
Pero, sin duda, se luce cuando lo utiliza para preparar un cóctel festivo, especial y refrescante. A continuación, le presentamos una receta.