Los coloquialismos de la capital pueden ser complejos de entender. Si es nuevo en la ciudad, le ayudamos a descifrarlos.

Cada urbe tiene su propio lenguaje y Quito no es diferente. Si va a visitar la capital por sus fiestas o recién llegó y le cuesta comprender ciertos dichos de los locales, aquí le tenemos un práctico diccionario. En un santiamén podrá expresarse de la misma manera que cada uno de los habitantes de la carita de Dios.

De leyf: Una afirmación bien quiteña. Quiere decir sí, seguro, segurísimo.

Veci: Dícese de toda persona que vende en la tienda o mercado más cercano o “vecino”.

Alhaja: Alguien es “alhaja” cuando es simpático o bonito.

Quesf: Esta palabra nace de una contracción de “qué es pues” y los quiteños lo utilizan cuando pasa algo que no esperaban. ¿Quesf?

Aquisito nomás: Expresión clásica quiteña que quiere decir que un lugar está muy, muy cerca.

Arrarray: Expresión quichua cuya traducción es “me quemé”, o cuando algo está muy caliente para un quiteño.

Achachay: Expresión quichua cuya traducción es “me muere de frío”.

Acolitar: Acompañar, ayudar. “Acolítame en esto, brother”

Dios le pague: La frase más común con la que un quiteño agradece. Antes de decir gracias, dice Dios le pague.

No sea malito: Se utiliza esta expresión cuando alguien necesita un favor, sea pequeño o grande. No significa que si la otra persona no lo hace es malo, pero es una forma de meter presión.

Chulla vida: Chulla viene de la palabra quechua ch’ulla, que significa “solo, impar, único”. “Chulla vida” cuando se habla de disfrutar la única vida que se tiene.

Chumado: Expresión que utiliza el quiteño para indicar que alguien está borracho.

Quiteño, ¿se siente identificado? Si nunca ha usado estas palabras es porque no es quiteño. Lo cierto es que su manera de hablar es una de sus características más marcadas, y es algo de lo que debe estar orgulloso.

¡Que viva Quito!