Contar con el certificado médico antes de regresar a clases es un requisito en diversidad de planteles y una oportunidad para comprobar cómo está la salud de sus niños.
Los días previos al inicio de un nuevo año lectivo son un momento de ajetreo para las familias. Cumplir con la lista de útiles, los uniformes, la matrícula y más, puede ser severamente estresante para padres e hijos. Dentro de los requisitos, uno que muchos colegios suelen solicitar, es un certificado médico escolar en ciertos años.
Este documento permite realizar una evaluación de cómo el niño evoluciona en su desarrollo, no solo físico, sino psicológico e intelectual.
¿Qué comprende el examen?
Dependiendo del plantel, usualmente, se solicita lo siguiente:
– Biometría hemática. Ayuda al diagnóstico de anemia, determina la cantidad de hemoglobina que tiene la sangre, etc.
– Examen de orina. Determina si existen infecciones en el tracto urinario, enfermedades renales y de otros órganos.
– Coproparasitario. Identifica, entre otras cosas, si el niño tiene amebas u otros parásitos que afecten su normal desarrollo físico.
– Valoración auditiva: detecta alteraciones en la audición, determina si hay lesiones a nivel del oído.
–Valoración visual: Uno de los más comunes. Identifica si existen inconvenientes en la vista, con la finalidad de corregirlos a tiempo y evitar problemas mayores.
-Examen odontológico: incluye revisión general, prevención de las caries, si necesita profilaxis.
-Examen pediátrico: comprende el chequeo físico general. Se determina en base a los resultados de los exámenes de laboratorio qué correctivos hay que tomar, si hay que desparasitar, si el niño o adolescente está bien de peso de acuerdo a su edad, si cuenta con todas las vacunas, etc.
Los beneficios
Realizarlos permite un seguimiento al estado de salud del alumno. Pero también existe el componente de prevención primaria a través del esquema de vacunación. Se anticipa el aparecimiento de algunas enfermedades de detección precoz, los factores de riesgo y se promueve hábitos saludables. Se comprueba cómo va su desarrollo.
Es una oportunidad para que los padres de familia se informen cómo está la salud de su niño, cómo está creciendo y se tomen los correctivos a tiempo si existiera alguna anomalía.