Son las almas de la cocina de esta región del mundo. Le enseñamos cuáles son las más apetecidas.

Tesoros culinarios que han conquistado paladares en todo el mundo. Cada salsa oriental, con su historia única, aporta un toque distintivo a la gastronomía de esta parte del Asia. Descubra cuáles son las más emblemáticas y las maravillas que puede hacer en la cocina usándolas.

Salsa de soya, el fundamento de la cocina asiática

La icónica salsa de soya, originaria de China, añade umami a cualquier platillo. No solo resalta el sabor, sino que también aporta beneficios nutricionales, siendo una excelente fuente de proteínas y antioxidantes. Es aprovechada y altamente apetecida en toda la región. 

Salsa ponzu, frescura cítrica del Japón

Directamente desde el país del sol naciente, esta maravilla culinaria fusiona la acidez de los cítricos con la profundidad de la salsa de soya. Ligera y refrescante, es perfecta como aderezo para ensaladas y marinados.

Salsa teriyaki, dulzura y cuerpo

Con raíces japonesas, la salsa teriyaki conquista con su mezcla de dulzura, soya y especias. Perfecta para marinar carnes antes de la parrilla. Añade un toque irresistible a platos de pollo y cerdo.

Salsa de ostras, del mar a la mesa

Originaria de la cocina cantonesa, combina la profundidad salina del océano con notas dulces. Rica en umami, es un tesoro nutricional que realza cualquier plato de mariscos, aves o vegetales.

Salsa Hoisin, el toque dulce y salado de China 

Heredera de la tradición china, la salsa hoisin equilibra sabores dulces y salados con toques de ajo y chiles. Ideal para acompañar carnes a la parrilla. Es una opción versátil y llena de sabor.

Salsa agridulce, un juego de sabores de Oriente

Esta combinación única de dulzura y acidez, popular en la cocina china, realza platos fritos y agridulces. Además, su delicioso sabor es perfecto para dipear rollos primavera o wantán. 

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