Desde que ingresan al menú familiar, hasta que empieza la vida escolar, sus pequeños deben mantener hábitos alimenticios específicos.

Es importante puntualizar que el estómago de un niño pequeño, de uno a tres años, se asemeja a las porciones en relación a su mano. Es decir, el estómago de los niños es pequeño, por lo que, a continuación, detallo qué es lo importante a la hora de comer y las porciones que debe mantener:

• Carbohidratos. Se relaciona la porción a su pequeño puño cerrado. Esto incluye una porción de papas, cereal, el tamaño del pan, granos y leguminosas, entre otros.

• Proteínas. La porción es como la palma de la mano. En este grupo intervienen todo tipo de carnes. En cuanto al huevo es una unidad y el queso una rodaja.

• Lácteos. Se recomienda un vaso de 200 mililitros al día.

• Vegetales y frutas. Este grupo de alimentos para los más pequeños varia bastante. La idea es que siempre se impulse a consumirlos y la recomendación es un puño cerrado.

En general los niños deberían consumir alimentos cada dos a tres horas, para mantener la energía. Por ello la colación es fundamental. Existen niños en esta etapa que, a la hora de comer las principales comidas (desayuno, almuerzo y merienda), no tienen mucha hambre, por lo que es importante ofrecerles snacks que sean saludables, nutritivos y equilibrados.

El objetivo de los snacks saludables es que los pequeños tengan la energía necesaria para realizar todas las actividades que tienen en el día. Un niño quema más calorías y, por ende, necesita más alimentos. Estos deben proporcionar beneficios, más no efectos secundarios a la salud.

Un snack debe ser fácil de preparar y rápido de consumir. Al ofrecerlo, hay que tener en cuenta que no reemplaza al desayuno o almuerzo. Existen cuatro grupos fundamentales que deben estar presentes en los refrigerios de los pequeños:

• Alimentos constructores. Ayudan a que un niño pueda crecer de manera adecuada, oxigenan las células y dan salud a los músculos. Pollo, huevos, carne, queso y yogurt.

• Alimentos reguladores. Elevan el sistema inmunológico y mejoran la digestión. Frutas, verduras y legumbres

• Alimentos energéticos. Proporcionan la energía necesaria para realizar todas las actividades como estudiar y jugar. Pan, tostadas, cereales, mote, chocho, granola y avena.

Bebidas. Mantienen la correcta hidratación de los niños. Debemos tomar en cuenta que, aunque un niño no sude igual está perdiendo líquidos que deben ser recompensados con bebidas saludables.  Agua, jugos bajos en azúcar.

Ejemplos de snacks saludables