Es considerado como el órgano director del cuerpo y lo puede mantener en óptimas condiciones, desde tres frentes.

Conservar una buena capacidad cognitiva durante toda su vida requiere de específicos y sencillos hábitos, los cuales no debe descuidar. Existen varias alternativas para cerciorarse de que las funciones vitales del cerebro, como la atención retención, concentración y memoria, no le fallen.

• Una alimentación adecuada, descansar las horas necesarias (al menos siete cada noche) y abstenerse del tabaquismo son prácticas esenciales para cuidar la salud mental. De la misma manera, realizar actividad física y ejercicios mentales son hábitos favorables.
• Hacer de la lectura una costumbre en la vida diaria es muy importante, al igual que dar el tiempo debido a la familia y a las relaciones interpersonales.
• Se aconseja evitar hábitos perjudiciales como: el estrés excesivo, una vida sedentaria, saturar a la mente y una dependencia exagerada a los aparatos electrónicos.

El ejercicio es uno de los pilares esenciales para mantener la salud cerebral, pues al realizarlo se oxigena la mente y se liberan endorfinas, conocidas como las ‘hormonas de la felicidad’. Además de la actividad física, la cual se debería realizar por lo menos una hora, tres veces por semana, hay ciertos desafíos mentales que ayudan a mantener un cerebro nítido.

Los nutrientes adecuados para un óptimo funcionamiento cerebral son imprescindibles en la dieta diaria. Según la OMS, el 70% de enfermedades están relacionadas con una mala nutrición y ciertos trastornos como el Alzheimer están ligados a la disminución en el consumo de nutrientes esenciales. Dayssi Patricia Farinango, nutricionista, compartealgunos tips estratégicos.

 Si padece de alguna enfermedad neurodegenerativa, es recomendable realizar un plan alimenticio con un profesional.

Memoria de elefante 

El intenso ritmo de vida y la gran cantidad de información que recibe el cerebro pueden atentar contra su salud cognitiva. Anticípese a esta situación.

Que su memoria nunca le falle. Mantenerla en estado perfecto es algo que debe tener en cuenta en toda etapa de la vida. Una dependencia hacia los aparatos tecnológicos, la saturación de estímulos a los que está expuesta la mente, el ajetreo cotidiano que se vive y mantener malos hábitos son causas que pueden interferir con la salud cerebral.

Roberto Córdoba, neurólogo, explica que en la actualidad hay mayor cantidad información que antes, presentada de forma más desestructurada para que una persona pueda integrarla. “Pasas de un tema a otro rápidamente, lo cual es complejo para la mente. Esto también puede causar conflictos de concentración”, indica.

Sin embargo, hay muchas otras causas que pueden ocasionar problemas cognitivos. Una existencia sedentaria, el tabaquismo y el descuidar las horas de descanso también influyen. Dormir un promedio de ocho horas es de suma importancia, pues facilita el estado de alerta del cerebro al despertar.

El especialista asegura que es necesario dar importancia a los macronutrientes específicos. Si no hay grasa no hay la reserva para cuando se la necesite, si no se consumen proteínas no se pueden reconstruir los tejidos y si no hay carbohidratos no se va a tener energía para rendir eficientemente durante las actividades del día. “La alimentación adecuada es la que incluye todos los grupos  mencionados y tiene un efecto afectivo. Es importante disfrutar de la comida y compartirla con familiares o amigos, porque aporta mucho a la salud cerebral”.

De presentarse problemas en la capacidad memorística durante la juventud, las causas más comunes suelen ser alguna deficiencia alimentaria o depresión, pues el bienestar emocional está íntimamente ligado con el desempeño cognitivo. “Se entra en situaciones complicadas y en depresión; cuando uno está deprimido no atiende ni entiende bien las cosas”.

Mantenga buenos hábitos

Se menciona que el pico de la capacidad cognitiva se alcanza a los 23 años y de ahí va declinando. Según explica el doctor Córdoba, esto es con respecto al número de neuronas.

“La experiencia la ponen los años para crear un método que facilite las cosas. Por ello es importante ejercitar la mente y mantener costumbres saludables”.

A MEDIDA que avanza la edad, la memoria puede volverse más eficaz, pero depende de lo que uno haga.

Estas costumbres incluyen dedicar tiempo a la lectura de forma recreativa y, de preferencia, hacerlo pausadamente para interiorizar lo que se lee. Esto ayuda a mantenerse despierto, concentrado y activo. El ejercicio también es básico pues, al practicarlo, se oxigena y despeja la mente.

A su vez, escuchar música, en particular si es clásica, es muy productivo, ya que estimula las células cerebrales favoreciendo la concentración, el desarrollo visual y la capacidad retentiva.     

El especialista explica que el sudoku es perfecto pues ejercita mente y memoria. Todo lo que tenga una secuencia matemática es de ayuda.

Sudoku 6×6

De dificultad media. El objetivo es llenar todas las casillas vacías con números del 1 al 6, sin que se repitan en ninguna fila, columna o regiones de 2×3.

Sudoku 9×9

Es avanzado. Llene las casillas vacías con números del 1 al 9, evitando repetirlos en cada fila, columna o regiones de 3×3.

• Todos los juegos de mesa en los que hay que salir de la zona de confort para expresar algo, como Pictionary o Cranium, son de gran ayuda. Los retos de Trivia o desafíos de pregunta/respuesta también son útiles.
• El doctor Córdoba expresa que otro ejercicio práctico es ir al cine y contar o explicar la película posteriormente. “Sacar conclusiones, discutir y cuestionar lo que se vive siempre es un buen hábito”.
• Estudios realizados por la Universidad de Sydney revelaron que quienes juegan ajedrez, en particular desde edades tempranas, mejoran sus capacidades memorísticas y de concentración; resuelven problemas de forma más eficiente, perfeccionan sus habilidades de lectura y sus destrezas matemáticas.
• Leer cuentos a los niños y hacer que los repitan después es también un excelente hábito porque refuerza sus capacidades retentivas y brinda un momento de unión.