Cómo cuidar de sí misma para cuidar mejor a su familia 

Cómo cuidar de sí misma para cuidar mejor a su familia 

Cómo cuidar de sí misma para cuidar mejor a su familia 

La maternidad y la salud mental van de la mano: dos ejes que se entrelazan al hablar bienestar. 

Ser madre suele ser una experiencia que está cargada de expectativas: las de la propia madre, de la pareja y familia, de las amistades y de la sociedad, que imponen formas de ser y hacer sin necesariamente tomar en cuenta a la mujer que las protagoniza.  A menudo, el foco está en el bienestar del bebé, mientras que la salud mental materna pasa desapercibida. Aunque la gestación y la maternidad se presentan como momentos de alegría y esperanza, muchas mujeres enfrentan temores, preocupaciones y emociones complejas.

A nivel mundial, un gran porcentaje de madres experimentan procesos emocionales que las afectan. Investigaciones recientes han determinado que, en países como España o Estados Unidos, un 25% de las mujeres embarazadas sufren de algún tipo de malestar psíquico significativo. Asimismo, otro estudio afirma que el 17% de las madres sufren depresión posparto (The Lancet Global Health). Sin embargo, de esto todavía se habla poco. Apenas se ha comenzado a prestar atención a la salud mental de las madres y a los aspectos psicoemocionales que viven las mujeres durante su proceso de gestación y maternidad.  

Por ello, en este artículo abordaremos la salud mental de las madres y le ofreceremos recomendaciones para transformar este proceso en una experiencia constructiva que contribuya a la unidad y bienestar de la familia.



¿Qué implica la salud mental?

La salud mental se entiende como un estado de bienestar emocional y psicológico que posibilita a los seres humanos a enfrentar los desafíos de la vida cotidiana, construir relaciones positivas y vivir la vida con alegría y plenitud.  No se trata solo de la ausencia de enfermedad, sino de contar con las herramientas y recursos internos necesarios para manejar el estrés, tomar decisiones y vincularnos con otras personas y el entorno de manera saludable. 

La salud mental se refleja en pensamientos, sentimientos y acciones que favorecen el bienestar integral de la persona y su entorno. Poder hablar de lo que siente o experimenta, hacer ejercicio, alimentarse de manera saludable y tener relaciones significativas son algunos de los elementos clave que la conforman.  

De allí la importancia de considerar la salud mental en procesos tan complejos como la maternidad, donde los desafíos emocionales y psicológicos pueden afectar profundamente el bienestar de la madre y su entorno familiar.



Maternidad y salud mental: factores de riesgo

Si bien las cifras presentadas anteriormente son alarmantes, estos estudios también indican que el 75% de las mujeres con afectaciones a su salud mental durante la gestación y el posparto no reciben la atención psicológica o psicoterapéutica adecuada, lo que evidencia que distintas etapas de la maternidad pueden vivirse de manera poco saludable.

  • Embarazo: la mujer toma conciencia de que la supervivencia de su hijo/a y su correcto desarrollo dependen exclusivamente de ella. La ansiedad es uno de los síntomas más recurrentes en esta etapa, sumado a la presión social por cubrir los parámetros estéticos y de belleza impuestos, los cuales muchas veces están alejados de las realidades biológicas y culturales en las que viven las madres.

  • Parto: suelen surgir retos respecto a la dinámica relacional de la pareja, además de presiones y miedos sobre la alimentación y el cuidado del recién nacido y la madre. La idea de la manifestación de un “instinto maternal innato” se convierte en un elemento que alimenta el estrés, la ansiedad y el miedo de las madres.  La romantización de la maternidad oculta, en el fondo, la realidad de exigencia y vulnerabilidad que experimenta la madre en el período posterior al parto.

  • Posparto: pone en evidencia la incongruencia entre la idealización de la maternidad y la realidad que vive la madre. Al agotamiento físico y mental (provocado por la falta de sueño y el constante cuidado del bebé) se suman los comentarios e ideas del entorno, que suelen percibirse como señales de inexperiencia y provocan sentimientos de culpa e inseguridad.  Muchas mujeres viven con dolor el cambio de rol que implica la maternidad y la certeza de que muchos aspectos de su vida previa al embarazo no volverán.  La vida cambia significativamente, y esto también implica una pérdida.


Otros factores de riesgo a considerar:

  • Falta de apoyo en el cuidado de los hijos/as.
  • Fatiga y cansancio físico.
  • Falta de sueño.
  • Cambios físicos y hormonales.
  • Problemas sociales o económicos.
  • Presión en el espacio laboral.
  • Conflictos en la pareja.
  • Experiencias durante el parto (trato de los médicos y enfermeras en el sistema de salud).
  • Idealización de la maternidad y “un deber ser” opresivo.


Importante: la mayoría de los factores que afectan negativamente la salud mental materna están más relacionados con situaciones del entorno que con procesos internos de la persona. 



¿Cómo cuidar la salud mental durante la maternidad?

Cuidar de la salud mental de las madres es una responsabilidad compartida, en la que todo el núcleo familiar debe ser parte de esta red de apoyo.  Las acciones clave para su bienestar incluyen:

  1. Promover y acompañar el ejercicio físico y la alimentación saludable de la madre durante el embarazo y el posparto.  Salir al aire libre, compartir en familia y construir nuevos momentos de intimidad con la pareja es fundamental.

  2. Construir contextos de tranquilidad y salud vinculados, especialmente, con la priorización del sueño de la madre, la adecuación de espacios para la lactancia y un entorno familiar positivo y colaborativo. 

  3. No idealizar la maternidad y reconocer que es un proceso complejo que requiere de apoyo y solidaridad.  La maternidad es una oportunidad para compartir la experiencia y los nuevos aprendizajes.

  4. Reconocer que no puede sola. Se requiere apoyo, tanto para la logística que implica el bebé como para el autocuidado. Construir redes de apoyo familiares y acudir a profesionales de la salud mental debe ser parte de las actividades que se tengan en cuenta para vivir la maternidad de una manera plena y saludable.

  5. Buscar espacios de realización personal, relacional, social, cultural y profesional en entornos que alivien las responsabilidades maternas y amplíen sus perspectivas de desarrollo como mujer, persona y ser humano, más allá de su rol de madre.
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Maritza Crespo, M.A. y Diego Tapia Figueroa, Ph.D.

Psicólogos clínicos
098 706 2628

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