Es un ingrediente versátil y nutritivo, que no puede faltar en su alacena. Descubra cómo usarla asertivamente. 

Una alternativa a la leche entera y a la crema de leche. La leche evaporada es conocida como “leche condensada sin azúcar”, debido a su bajo contenido de este endulzante. Este alimento, básico en algunas culturas, es el ingrediente estrella de muchas recetas. 

Ya sea para añadirlo a postres, salsas o sopas, es una alternativa que da ese toque especial a las recetas. Su menor contenido de agua le da una textura cremosa. Esto la hace el ingrediente estratégico de muchas preparaciones. Pero ¿cómo surgió este gran invento?

¿Qué es la leche evaporada?

Este alimento tiene 60% menos agua que la leche, lo cual hace que contenga mayor concentración de nutrientes. El método de producción, como la pasteurización, permite almacenarla por largos períodos de tiempo. 

Además de su textura cremosa, tiene un ligero sabor caramelizado. Este matiz y su tono ligeramente oscuro se deben a la exposición a altas temperaturas durante el procesamiento, lo que conduce a la caramelización de los azúcares naturales presentes en la leche. Por último, su menor contenido de agua le permite ahorrar espacio y su proceso de pasteurización y homogeneización le permiten perdurar por más tiempo.

Un poco de historia

Así como el café instantáneo y los chocolates M&M’s, la leche evaporada es un subproducto de la guerra. En Europa, a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, los alimentos no perecibles eran sumamente valorados por el ejército. Por esta razón el gobierno francés anunció un elevado premio de 12 000 francos para quien pudiera inventar un método para extender el ciclo de vida de los alimentos perecibles. 

Sin embargo, la tecnología en ese tiempo no era suficiente para facilitar este tipo de invenciones y pasaron aproximadamente 15 años hasta que un conocido pastelero, llamado Nicholas Apert hizo la primera versión de leche evaporada en 1810. Este invento fue bien recibido, pues la leche es parte de los alimentos básicos de la dieta francesa, pero hasta ese momento había sido difícil extender su vida útil. 

Lo que hizo este famoso pastelero fue reducir el volumen de la leche a la mitad, hirviéndola, y luego sellándola en una botella con un corcho. Luego calentándola de nuevo en un baño de agua caliente, un método rústico de pasteurización. A partir de ese entonces la leche evaporada, además de ser un alimento básico para el ejército durante sus expediciones, pasó a formar parte de muchas preparaciones culinarias en la cocina francesa. Con el tiempo se extendió a otras partes del mundo. 

¿Cómo almacenar la leche?

La leche evaporada se puede usar en lugares donde la leche fresca es escasa y la refrigeración no es posible. Sin embargo, una vez abierta, no puede durar más de cinco días. 

Esta leche, también, se puede congelar una vez abierta, pero es importante que el recipiente donde ha sido almacenada sea hermético y deje espacio para la expansión que ocurre naturalmente cuando se congelan líquidos. 

Los mejores usos

La leche evaporada no es lo mismo que la leche condensada, porque esta última tiene azúcar agregada y una textura más densa, tipo jalea. La leche evaporada, al no contener azúcar agregada se puede usar en distintas recetas, tanto de sal, como en postres. 

Se usa en el café o en el té para aportar cremosidad a la bebida sin mucha agua (como lo haría la leche entera) o sin mucha grasa (como lo haría la crema de leche). Es popularmente usada en cazuelas y purés. También se puede usar para preparar salsas, sopas, aderezos y postres. 

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