La adecuada alimentación en el período de gestación es un pilar que ayuda a la salud del bebé y a tener un embarazo sin complicaciones.
La nutrición correcta es algo que se debe tener en cuenta durante todas las etapas de la vida, pero en el embarazo es imprescindible. Mantener una dieta balanceada, incluyendo nutrientes específicos que garanticen el bienestar del bebé es algo que no se puede dejar de lado.
Francisca Cifuentes, máster en Nutrición, explica que durante esta etapa es importante aumentar el consumo de buenas proteínas que ayudan a la regeneración de tejidos, lácteos por su calcio, ácidos grasos esenciales que son básicos para el desarrollo del feto y carbohidratos altos en fibra.
De la misma manera, en este período, el organismo puede beneficiarse de ciertos alimentos puntuales para su bienestar inmediato y perjudicarse de otros.
El garbanzo es excelente en el embarazo porque es una buena fuente de estrógeno y el té de manzanilla ayuda con las inflamaciones. Por su parte, el agua de canela puede generar contracciones y hay que limitar la cantidad de sodio que se consume porque puede favorecer a la preeclampsia.
Cuidado con los síntomas
Intolerancias, falta de apetito y antojos peculiares son síntomas comunes. La experta indica que es de suma importancia aprender a manejarlos. “Las intolerancias pueden suceder porque el estómago se vuelve más sensible. Es necesario contar con todos los nutrientes esenciales por lo que, si se presentan, hay que buscar sustitutos”.
Si hay falta de apetito, la madre debe obligarse a comer, pues su alimentación no es solo para ella. En este caso la nutricionista aconseja visitar al experto y desarrollar un plan alimenticio o intentar comer porciones pequeñas cada dos horas. Por su parte, los antojos “son un estado emocional y no algo que el cuerpo pide. En este caso, el chocolate negro es perfecto para controlarlos y calmar la ansiedad”.
Antes
Anticipe su cuerpo
La especialista asegura que es imprescindible preparar al organismo para el embarazo mediante la nutrición adecuada, priorizando siempre la calidad de los alimentos y las porciones adecuadas. “Es esencial realizar un examen bioquímico para descartar enfermedades, como la anemia, y tratarlas si las hubiera”.
Es también de suma importancia aumentar el consumo de frutas y comerlas entre cuatro o cinco veces al día. También hay que asegurarse de realizar un consumo adecuado de lácteos, huevos, buenos carbohidratos, proteínas, vegetales, y reducir los procesados, químicos y azúcares.
Durante
Favorezca nutrientes esenciales
Es una creencia común que al iniciar el embarazo, la madre debe duplicar su ingesta de calorías para alimentar al bebé. Esto es incorrecto. “La forma de abordarlo es aumentando progresivamente el consumo de alimentos mientras avanza el período. En un inicio se debe consumir entre 200 y 300 calorías extra por día, para culminar con 500 calorías cuando ya esté próximo el parto”.
De la misma manera, es clave priorizar el consumo de ácido fólico tanto antes como durante el período de gestación, pues ayuda a la buena formación del feto. Alimentos naturales altos en fibra, vitamina C, carnes rojas dos veces por semana por su contenido de hierro, aguacate por sus grasas y bayas por sus antioxidantes son importantes. “El objetivo de la nutrición en esta etapa es intervenir en la formación del feto y fortalecer el sistema inmune”.
Después
Que su cuerpo se recupere
En esta etapa hay que mantener la ingesta de calorías extra para que el organismo produzca la leche y tener un período de lactancia sin complicaciones. Es esencial llevar una alimentación sana y realizar una dieta semiblanda los primeros 15 días después del parto.
De la misma manera, es imprescindible la alimentación sana durante todo este período, priorizar las verduras y lácteos bajos en lactosa, tener precaución con los granos secos que pueden causarle gases al bebé, hidratarse bien y, en este caso, tomar agua de canela que ayuda a reducir el tamaño del útero.