Su consumo es común en el día a día, pero hay que saber cómo incorporarla en la alimentación. Una experta despeja las dudas.

Si quiere dar sabor a sus comidas, la sal es infaltable en su cocina. Se ha dicho mucho de este condimento y lo que puede pasar si lo adiciona al preparar las comidas del día a día, sobre todo si lo usa en forma desmedida. Hay diversidad de creencias, muchas de ellas erróneas, sobre su consumo, por lo que es importante aclarar algunos mitos, como los siguientes:

La comida sin sal carece de sabor alguno: FALSO

La sal es el condimento más utilizado en todo el mundo, ya que potencializa el sabor de las preparaciones y también es un elemento regulador de gran importancia en el organismo. Mantiene la hidratación de las células, forma parte de los huesos, regula fluidos corporales, transmite impulsos nerviosos y participa en la contracción y posterior relajación muscular. Si se elimina la sal de las preparaciones se sentirá el sabor propio de las comidas, lo que puede ser provechoso, aunque pueden parecer algo insípidas para algunos. Un tip para evitar el exceso de sal al cocinar y asegurarse de que las comidas tengan buen sabor es emplear condimentos naturales, como ajo o cebolla.

Un exceso de sal produce hipertensión: VERDADERO

La organización mundial de la salud (OMS) recomienda el uso moderado de sal de mesa y todos los productos que contengan una gran cantidad de sodio, indicando no sobrepasar los cinco gramos de sal al día por persona adulta. Esto es más o menos una cucharadita. Si un producto tiene más de 1,25 gramos de sal en 100 gramos del producto en total, significa que tiene “bastante sal”, pero si tiene por debajo de los 0,25 significa “poca sal”. El exceso de sal en el organismo puede causar algunos efectos, entre ellos el más conocido es la hipertensión, pero también puede ocasionar problemas cardiovasculares, cálculos renales y osteoporosis entre otras afecciones.

Alimentarse sin sal es mejor para la salud: FALSO

La sal tiene beneficios notables para la salud, al igual que la mayoría de alimentos. El problema es adoptar hábitos alimenticios en los que su adición es excesiva. Por ello se recomienda el consumo moderado. Esto no quiere decir evitar el consumo de sal al 100%, pero seguir las recomendaciones de los especialistas en cuanto a cantidad.

La sal engorda: FALSO

La sal en si no tiene calorías, por ende, no engorda, pero si puede favorecer la retención de líquidos, por lo que se puede tener la idea de aumento de peso al consumirla. Esto es algo que se puede regular con una correcta hidratación e ingesta moderada de sodio y sal.

La sal del Himalaya es la más saludable: FALSO

Actualmente se encuentran en el mercado varios tipos de sal, pero se debe recordar que no se recomienda este alimento en cantidades desmesuradas, sin importar cual sea. La sal del Himalaya es un tipo muy popular en la actualidad, pero se debe tomar en cuenta que tiene casi las mismas propiedades que una sal común, con la diferencia que en algunos casos está fortificada con minerales como magnesio, potasio y calcio. Sin embargo, su aporte es mínimo en relación a los valores que el cuerpo necesita por día.

La sal hace que el cuerpo retenga líquidos: VERDADERO

El exceso de sodio si puede hacer que el organismo retenga líquidos y se tenga la sensación de hinchazón o aumento de peso. Asimismo, debemos tomar en cuenta que el sodio no solo está en la sal, también lo encontramos en embutidos, enlatados o snacks de funda, entre otros. Por ello, siempre es importante leer el etiquetado nutricional y evitar consumir más de la porción recomendada en el etiquetado. Por ejemplo: una persona necesita siempre una porción de cada producto, pero si en el etiquetado dice dos o más porciones, es mejor que el producto sea compartido entre más personas o a su vez, consumirlo en diferentes días.

Hay que comer alimentos altos en sal después del ejercicio: VERDADERO

Después de hacer ejercicio intenso se recomienda el consumo de opciones altas en sodio y potasio para recuperar los electrolitos perdidos en la actividad física. Esto no quiere decir consumir alimentos con alto porcentaje de sal desmedidamente y, para que se tome en cuenta que es un ejercicio de gran intensidad, debe superar las dos horas.