Muchas veces, es difícil determinar qué es lo que nos afecta realmente. Es algo que se suele manifestar de diversas maneras; tómese un tiempo e intente identificarlo. Reconozca que está bien sentirse como lo hace. Es mejor enfocarse en el resultado que desea en lugar de la dificultad presente. Imagine cómo se sentirá cuando todo esté solucionado. Una buena idea es escribir tres acciones que puede aplicar para resolverlo antes de dormir. Por más descabelladas que parezcan, anótelas y revise su listado en la mañana. Nuestra perspectiva cambia drásticamente después de un buen descanso.  Es un primer paso para tomar acción.

¿Cómo se mantiene motivado? Esto es algo diferente para cada persona. En ciertos casos, una larga caminata en la naturaleza ayuda a esclarecer lo que le afecta y a encontrar una solución. O puede ser que encuentre los ánimos para lograr lo que se propone haciendo meditación. Para muchos, verbalizar los problemas con alguien cercano es la opción ganadora. Cualquiera que sea su caso, póngalo en práctica.

Es algo difícil cuando parece que las cosas no mejoran, pero recuerde que, como mucho en la vida, nada es permanente. Cuando los tiempos se ponen difíciles, puede estar seguro de que eventualmente mejorarán. Analizar las acciones que ha tomado para mantener sus metas dentro de un rango alcanzable y lo que ha hecho por acercarse a ellas, le traerá grandes satisfacciones. Es una forma de fortalecer su resiliencia.