Buenos ánimos y un cambio de perspectiva

Buenos ánimos y un cambio de perspectiva

Buenos ánimos y un cambio de perspectiva

Un nuevo año comienza. En la coyuntura que atravesamos, lo que antes era un tema de ‘especialistas’ ahora está en boca de todos: la salud mental.

¿Qué implica, en esta sociedad llena de incertidumbre, un estado de salud emocional y mental? Para muchos, el año que acaba de concluir estuvo marcado por el reto cotidiano de la resistencia y la espera. A pesar de ello, muchos inician el 2021 con expectativas de hacer transformaciones significativas, que generen seguridad y confianza.

Salud mental y relacional: ¿es posible?

La salud mental se trata de algo que no se puede ver con un microscopio o a simple vista. Solamente podemos sentir los síntomas en nuestro interior: señales cotidianas que nos dicen de una incomodidad constante que nos impide relacionarnos en paz con nosotros y con los demás.

Al no tener signos o síntomas evidentes, los malestares mentales (los cuales tienen que ver con nuestra manera de ser y estar con los otros) son minimizados por quienes los padecen o los que los rodean. Esto, muchas veces, hace que los obviemos, o ignoremos, haciendo que, por acumulación o falta de cuidado, puedan convertirse en trastornos que requieran de un apoyo profesional, para enfrentar situaciones que entorpecen nuestro correcto desenvolvimiento cotidiano y afectan a nuestro entorno cercano.

La salud mental, como la salud física, requiere de una atención diaria, de generar hábitos positivos y de tiempo de calidad para estar con nosotros mismos. De aprendizajes nuevos para tratarnos con afecto, respeto, confianza y aceptación.



Hábitos positivos para el cuidado de nuestra salud mental

Somos personas que vivimos en sociedad. La calidad de nuestras relaciones y conversaciones habla de la calidad de nuestra propia vida y para una salud mental adecuada, es fundamental cultivar interacciones positivas, consistentes y confiables. Tener redes de apoyo es indispensable en los momentos difíciles.

Las relaciones positivas se cultivan con palabras amables, sinceras y amorosas. Decir y escuchar todo, sin resentimientos y sin agresividad, ayudará a construir confianza y pensamientos asertivos, que son fundamentales para el desarrollo pleno. Sentir, pensar, hablar y actuar, están conectados y nuestras relaciones ayudan a que esto suceda con libertad y alegría.

No se trata de aislarse del mundo, sino de darse un tiempo, todos los días, cotidianamente, para hacer lo que le gusta. La conexión con los demás, y la conexión con uno mismo es básica si queremos fortalecer nuestra salud mental.

Procastinar (dejar para mañana lo que puede hacer hoy) acrecienta el estrés y da la sensación de paralización. Organizar adecuadamente sus actividades diarias y cumplir con lo planificado, con flexibilidad, es la mejor idea para cuidar la mente.

Existen en la vida humana estímulos positivos, como: la música alegre, un buen libro, una película que nos haga disfrutar y la presencia de una mascota o, quizás la más importante, la compañía de las personas que nos quieren y respetan.

10 cosas que puede poner en práctica para mejorar su salud mental

Ejercite el cerebro

Ejercite el cerebro
La dopamina que segrega nuestro cerebro con la actividad física ayuda a eliminar el estrés y la ira. Es bueno hacer ejercicio y si es al aire libre, mucho mejor. Si lo que quiere es ejercitar su cerebro en familia o con amigos, dialogue. Algunos juegos son útiles como el ajedrez, los rompecabezas o el dominó. El hábito de la lectura y la escritura es excelente para estimular la imaginación, conocer cosas nuevas y desarrollar la propia creatividad.

Descanse
Es fundamental habituarse a respetar las horas de sueño (de siete a ocho) que su cuerpo necesita. Contrario a lo que puede parecer, “dormir más de la cuenta” debilita el cerebro, lo hace estar menos alerta y, por consiguiente, más vulnerable a problemas de índole psicológico.
Forzar el sueño con pastillas o sustancias tampoco es adecuado. En caso de no conciliar el sueño, una buena lectura, ejercicios de relajamiento, actividad física durante el día y conversaciones significativas, ayudan a dormir más y mejor.

Aliméntese bien
Hay algunos alimentos que son fundamentales para mantener el cerebro y la salud mental adecuada. Comidas naturales, frescas y no procesadas. No se trata, solamente, de llevar alimento al estómago, sino de darse un tiempo para disfrutar de la comida y, de ser posible, comer con alguien más. Otro ser humano, con quien conversar, conectarse y disfrutar de este placer.

Comuníquese adecuadamente
Cuidar las relaciones también se vincula con los límites que nos damos y que ponemos a los demás. No siempre decir “sí” es la respuesta más adecuada. Ser asertivo significa tener la capacidad de expresar lo que se piensa, sin lastimar ni vulnerar los derechos de los demás (poniéndose límites) y decir “no” si es que no queremos hacer algo o algo nos parece mal. El poner límites es la forma en la que nos liberamos de la ansiedad que puede afectar nuestra salud mental y física y, a la larga, afectar grandemente nuestras relaciones y vida.

Un tiempo personal
La soledad y el silencio posibilitan que los pensamientos fluyan y, con ellos, la creatividad. Escucharse a uno mismo y lo que el cuerpo nos quiere decir permitirá ir construyendo un autoconocimiento necesario para enfrentar los retos cotidianos. Construir una relación de intimidad con uno mismo es fundamental para nuestra salud mental.

planifique

Planifique y establezca objetivos
El planteamiento de metas puede ser una herramienta interesante para dar sentido a la vida cotidiana. Un objetivo a mediano plazo implica ciertas actividades que hay que realizar en el corto plazo. Estás llevan a resultados concretos que construyen el camino hacia ese objetivo inicial. Así, mantienen su cerebro ocupado y su salud mental animada, activa y con la expectativa del logro.

Diviértase
Sentir alegría y placeres da paz y es liberador. Divertirse requiere tiempo y puede hacerse solo o acompañado. La alegría auténtica permite llevar a cabo sus actividades cotidianas (personales, familiares o laborales) de una manera positiva y con buenos resultados.

Un entorno ordenado
El espacio en donde pasamos más tiempo, nuestra habitación, cocina, sala, oficina o estudio (en época de pandemia) es el lugar en donde nos construimos y nos desarrollamos como personas. Cuidarlo, mantenerlo limpio y organizado, ayuda a que nuestra mente se relaje y, a su vez, esté organizada y fresca.

Evite sustancias estimulantes o depresoras
El uso excesivo de sustancias estimulantes o depresoras, como el alcohol o el cigarrillo, pueden dar la sensación de bienestar en un primer momento, pero, posteriormente, generan vacío y ansiedad. Cualquier estimulante externo que nos genere dependencia es perjudicial para la salud física y mental. Suele tener consecuencias destructivas en todos los aspectos de la vida.

Si lo necesita, busque ayuda
La psicoterapia es una excelente herramienta que podemos emplear, con profesionales que escuchen sin juzgar ni criticar. Son espacios para una palabra honesta, sincera y respetuosa que puede ayudarnos a construir nuevos sentidos para nuestra vida y mirar, de manera distinta, nuestros contextos relacionales. Pedir ayuda psicoemocional es un signo de valentía y de responsabilidad con uno mismo. De auto cuidado y de respeto propio.

 

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Maritza Crespo y Diego Tapia F.

Psicólogos Clínicos / iryse.org
0987062628

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Comentarios

2 comentarios

  1. Me encantan los artículos que tratan y como lo hacen, es una forma muy profesional de enseñar sobre diversos temas, felicitaciones.

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