Esta bebida es el acompañante perfecto para un día caluroso. Le enseñamos dos formas de prepararla.

Es un deleite ibérico, que combina los mejores vinos con zumo y fruta picada. La sangría sorprende por su suave y dulce sabor. Comúnmente, se la bebe como un cóctel veraniego, aunque puede degustarla cuando desee.
Su origen se remonta a la España del siglo XIX. Para ese entonces, era común beber vino especiado en toda Europa, pero es en este país donde se le adicionó trozos de fruta. Cuenta la leyenda que los campesinos añadieron fruta fresca cortada a un vino de baja calidad y lo dejaron reposar. Al pasar unos días, se dieron cuenta de que su sabor mejoraba notablemente. La bautizaron como sangría por su color rojo. De esta manera, nació una de las bebidas más representativas de la Península Ibérica.
Aunque es tradicional de este lugar, su fama ha trascendido fronteras y, en la actualidad, se la disfruta en todo el mundo. Existen múltiples formas de prepararla, pero lo más común es hacer su versión roja, con vino tinto, o blanca con algún espumoso o vino blanco.