Bellas playas, gente cálida y una gastronomía sin igual. Agosto es un gran momento para visitar Esmeraldas.
Los encantos de la provincia verde no pasan desapercibidos. Con una ubicación privilegiada en la Costa ecuatoriana, Esmeraldas es un destino único en el país, perfecto para disfrutar y desconectarse. Con sus relajantes playas, la provincia ofrece múltiples actividades para divertirse y gracias a la abundancia de pescados, mariscos, coco y verde, su cocina es una de las más celebradas y apetecidas.
Las paradisíacas playas de Atacames, Same, Mompiche y Tonsupa son populares en todo el país y reciben miles de turistas durante todo el año. Cuentan con cientos de actividades para realizar. Surfeo, paracaidismo, esquí acuático e inclusive el avistamiento de ballenas son excelentes alternativas para hacer algo diferente con la familia y amigos.
Pero Esmeraldas es más que playas. Sus refugios de vida silvestre y sus reservas ecológicas con los manglares más altos del mundo merecen una visita.
Asimismo, realizar una ruta gastronómica por la provincia es toda una aventura culinaria, en donde podrá probar el coco de diversas maneras y en todos los platillos imaginables. El bolón de verde, la cocada y el tapa’o de pescado.
Pero la receta estrella del sabor esmeraldeño es, sin duda, el encocado. De camarones, pescado o cualquier marisco, es el plato que mejor fusiona los sabores de esta provincia y algo que no puede dejar de saborear al visitarla.
Al ritmo de la marimba
Entre julio y agosto, Esmeraldas festeja en grande, ya que llegan las fiestas de independencia. Este año se celebran 198 años.
Los acontecimientos inician a finales de julio y finalizan la primera semana de agosto. Se componen de una serie de alegres festejos que expresan y reconocen la tradición cultural afroecuatoriana. Con festivales, desfiles, juegos típicos, ferias, conciertos con instrumentos tradicionales de la provincia, espectáculos de danza y la participación de varios colegios de la región.
Pero uno de los eventos más esperados es la elección de la Reina de Esmeraldas, acontecimiento que lleva más de dos décadas de trayectoria y que entusiasma a locales y turistas en igual medida. La emoción que se vive en estos días es contagiosa y algo que no se puede perder. Esmeraldas le espera.