Una buena imagen es el arma secreta del éxito profesional. Luzca impecable, cause buena impresión y alcance sus metas.

1.⁠ ⁠Estudia la cultura interna de la empresa, no solo su misión
Más allá de revisar su página web, analiza su comunicación en redes, cómo visten, qué lenguaje usan, si comparten temas de bienestar, humor o innovación. Así podrás adaptarte de forma más natural al estilo de la entrevista.

2.⁠ ⁠Prepara mini historias
Usa la técnica STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) para responder. Pero en lugar de limitarte a contestar “sí, tengo experiencia”, cuenta una anécdota breve y concreta que lo demuestre. Las historias son memorables y generan conexión.

3.⁠ ⁠Demuestra cómo aprendes, no solo lo que sabes
Muestra tu capacidad de aprendizaje mencionando algo que no sabías, aprendiste rápidamente y aplicaste con buenos resultados. Esto transmite adaptabilidad, una habilidad muy valorada incluso por encima del conocimiento técnico.

4.⁠ ⁠Controla el ritmo al hablar
Hablar demasiado rápido puede sonar a nerviosismo o ansiedad. Hablar muy lento puede reflejar inseguridad. Practica un ritmo equilibrado, con pausas conscientes antes de ideas clave. Las pausas generan autoridad.

5.⁠ ⁠No temas admitir una debilidad, pero ciérrala bien
Si te preguntan por una debilidad, sé honesto, pero termina con cómo la estás trabajando o superando. Por ejemplo: “Antes me costaba hablar en público, pero tomé un taller de oratoria y ahora dirijo reuniones con clientes”.

6.⁠ ⁠Cuida el cierre: di lo que te llevas
No termines solo con un “gracias”. Di algo como: “Gracias por la entrevista, me llevo una muy buena impresión del equipo y del enfoque de la empresa. Me encantaría avanzar en el proceso”. Esto deja una impresión profesional y proactiva.