jueves 11 de septiembre de 2025

El temor, una emoción más común de lo que creemos

El temor, una emoción más común de lo que creemos

El temor, una emoción más común de lo que creemos

Conozca qué diferencia al miedo del temor y aprenda a reconocerlos en su vida diaria.

Los humanos somos seres emocionales, es decir tenemos la capacidad de experimentar emociones de manera intensa y profunda, y esta vivencia se aloja en nuestro cuerpo. Estas emociones forman parte de la vida misma y, precisamente por su importancia, comenzaron a estudiarse con mayor detalle. 

Las emociones

En los años 60, Paul Eckman, psicólogo norteamericano, realizó un estudio sobre las expresiones faciales al sentir emoción y describió seis emociones básicas que experimentan todos los seres humanos, sin importar la edad, el género, el idioma, el lugar de procedencia o la cultura: la felicidad, la tristeza, el miedo, el asco, la sorpresa y la ira. Todas ellas surgen a partir de un estímulo interno o externo y cumplen una función protectora; en esencia, son un mecanismo de defensa que nos permite reaccionar ante situaciones de placer, peligro o amenaza. 

Las emociones se manifiestan en la manera de actuar o de forma involuntaria a través del llanto, la tensión en el rostro, el sudor frío, entre otros.



El miedo y el temor, ¿en qué se diferencian?

El miedo es una emoción necesaria para la supervivencia, ya que nos pone en alerta frente a situaciones de riesgo y motiva a tomar acciones de autoprotección. En cambio, el temor no surge de un peligro real y concreto, sino de una sensación determinada por anticipaciones o sospechas de “supuestos peligros” que no son tangibles. Se trata de presentimientos o pensamientos que creemos que podrían suceder.

¿Cómo saber si siente miedo o temor?

Ambas emociones se manifiestan en distintos niveles:

  • Fisiológico: aumento del ritmo cardíaco, dilatación de las pupilas, sudoración, escalofríos, dificultad para respirar, palidez en el rostro, dolor en el pecho y mayor producción de adrenalina. Cuando se trata de temor, suele sumarse mareo o náuseas. 
  • Cognitivo: pensamientos e imágenes que aparecen en nosotros después de la reacción corporal frente a una situación de miedo. Este proceso dura milésimas de segundo y permite interpretar lo ocurrido para decidir cómo protegerse. 
  • Conductual: acciones concretas como paralizarse, escapar, llorar, gritar, defenderse, entre otros. 




Tipos de miedo

La psicología ha identificado diferentes formas de miedo. A continuación, le presentamos un breve resumen de sus principales tipos y características:

Miedo común o real: aparece ante un estímulo real que provoca sensación de riesgo o peligro.

Miedo patológico: está asociado a otro tipo de trastornos psicológicos, como la ansiedad. Surge sin una situación de peligro concreta y suele manifestarse tanto con síntomas fisiológicos como psicológicos.

Miedo irracional o irreal: su origen son pensamientos o distorsiones cognitivas, sin relación directa con un hecho específico o estímulo externo. Suele vincularse con las fobias.

Ataques de pánico: lo que necesita saber

Los llamados “ataques de pánico” son una forma que la psicología ha encontrado para describir ciertos síntomas que surgen en algunas situaciones de tensión o ansiedad. Se trata de episodios repentinos de miedo o malestar intenso, que suelen ir acompañados de síntomas físicos similares a los que provoca una situación que genera miedo.

El “ataque de pánico” es una respuesta fisiológica y emocional a situaciones concretas o no. Se caracteriza, sobre todo, por una sensación de muerte inminente (la persona cree que morirá) y una pérdida de control de su mente (sensación de volverse loco). Aunque los síntomas fisiológicos —como respiración acelerada, palpitaciones, confusión y dolor de pecho— son reales, su duración suele ser relativamente corta. Se considera una manifestación extrema frente a situaciones de estrés, ansiedad y depresión. 

Importante: si llega a sufrir un ataque de pánico, pasada la crisis, es recomendable acudir a un psicólogo o psicoterapeuta e iniciar un proceso de acompañamiento que ayude a entender sus causas y a fortalecer los recursos psicoemocionales para manejar de forma adecuada el estrés y la ansiedad. 

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Maritza Crespo, M.A. y Diego Tapia Figueroa, Ph.D.

Psicólogos Clínicos
098 706 2628

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