jueves 28 de marzo de 2024

Una sinfonía para cambiar vidas

Una sinfonía para cambiar vidas

Una sinfonía para cambiar vidas

Kléver Gallegos dirige la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda, un semillero para niños, niñas y jóvenes que ven en la música una forma de soñar.

La música tiene un efecto poderoso que ha impactado la vida de más de 200 niños, niñas y adolescentes, que han pasado por las aulas de la Orquesta Sinfónica de Guaranda desde su creación en 2014. Este proyecto es una iniciativa pública y ha cobrado importancia social gracias a su director musical y académico: Kléver Gallegos.

Revista Maxi - SinfoníaGallegos proviene de una familia de músicos y no recuerda con exactitud cuándo comenzó a tocar un instrumento, pero está seguro que fue a temprana edad. De su natal Riobamba, se trasladó a Ambato a realizar estudios en el Conservatorio de Música, luego se formó en la Universidad Técnica de Manabí como instrumentalista pedagogo y ha realizado cursos en Uruguay, España y México.

Hoy por hoy, sus funciones en la Orquesta Sinfónica Infanto Juvenil de Guaranda incluyen organizar las tareas administrativas, académicas y musicales del grupo. Cuando este proyecto nació, en convenio entre el Ministerio de Cultura, la Casa de la Cultura y el Municipio de Guaranda, el músico recuerda que la orquesta no tenía ni partituras. “Tuvimos que crear todo desde cero y hemos encaminando este proyecto a que se destaque en el país e internacionalmente”.

La virtud de la orquesta está en la diversidad cultural, social y étnica de sus integrantes. Niños y niñas de escasos recursos, indígenas y mestizos que, en algunas ocasiones, deben caminar hasta una hora para llegar a sus clases. Este es el caso de los hermanos Chacha, quienes viven en una zona rural de Bolívar; o el caso de Carla, una joven no vidente, quien se ha destacado en la Orquesta y además cursa dos carreras universitarias.

“Hemos visto como algunos de nuestros músicos han dejado de trabajar en labores domésticas para dedicarle tiempo a la música y han mejorado su condición de vida. También hemos evidenciado adolescentes que emplean sus tardes de mejor manera”, explica el director. Al momento, la Orquesta de Guaranda forma académica y musicalmente a 68 jóvenes. Los estudiantes aprenden a leer partituras, tocan instrumentos musicales y, sobre todo, ven en la música una posibilidad de desarrollo.

“La música y el bienestar de nuestra niñez y juventud son los principales motores de este proyecto”.

Kléver Gallegos fue parte de la Banda Sinfónica Metropolitana de Quito, pero ahora que su rol es muy diferente, le ha implicado un mayor involucramiento porque conoce de cerca a los estudiantes y sus realidades, muchas veces complejas. “Es inspirador ayudar a los jóvenes para que encuentren una vocación y quizás una fuente de trabajo”.

La labor de la Orquesta Infanto Juvenil de Guaranda ha trascendido. En apenas cuatro años, ha realizado conciertos en varias provincias del Ecuador, Colombia, España y Bélgica. Además, recibió el Premio Integración Colombo-Ecuatoriano (2015), fue distinguida por su aporte a la cultura por la Cámara de Comercio Ecuatoriana-Brasilera (2016) y ganó el primer lugar de Prácticas Ejemplares Ecuador (2017) en la categoría educación. Este concurso fue organizado por la Corporación Líderes para Gobernar.

Ahora, planean un nuevo viaje a loa Estados Unidos para realizar conciertos en un festival. “Nuestros estudiantes aprendieron a ver el mundo de otra forma, sin limitaciones. Sueñan y tienen inquietudes. La música es un salvavidas para ellos y eso inspira nuestro trabajo. Esta es nuestra labor, pero también un aporte a nuestra comunidad, que ha visto en la música una forma de vida que nunca antes imaginó”.

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