Para conmemorar el mes de la mujer, le dejamos algunas recomendaciones literarias escritas por grandes autoras. Algunas bajo sus seudónimos, algunas con su nombre real. Todas con grandes historias que contar.
“La literatura no puede ser asunto de la vida de una mujer, y no debería ser así”, dijo el poeta Robert Southey tras recibir material de una joven profesora que pedía su opinión. Esto fue en 1836. Pero a las mujeres letradas y que querían publicar sus escritos esto no las detuvo.
La maestra era Charlotte Brontë, autora del clásico Jane Eyre. Tras la hostilidad del poeta, ella decidió publicar sus obras como Currer Bell. Lo mismo hicieron sus hermanas Emily (Ellis Bell) y Anne (Acton Bell), las mentes detrás de Cumbres Borrascosas y Agnes Grey, respectivamente. Lo único que mantuvieron de sus nombres verdaderos al elegir sus seudónimos fueron las iniciales.
Ante el machismo de la época, varias escritoras decidieron que era mejor esconder su propio nombre para que sus obras vean la luz. Así fue como muchas de estas novelas se convirtieron en clásicos de la literatura. Como los relatos de George Eliot, que en realidad era Mary Ann Evans. O los de George Sand, con sus historias de amor y críticas sociales, fueron escritas por Amantine Dupin.
Con el tiempo, la idea de que las mujeres participen en actividades intelectuales fue ganando popularidad, aunque no del todo. De los seudónimos masculinos pasaron a utilizar simplemente sus iniciales y apellido. Esto se mantiene hasta la actualidad con algunas autoras, aunque ya no lo hacen por las mismas razones. En el siglo XIX, para que sus libros fueran publicados, era esencial mantener el anonimato. Ahora puede ser por una estrategia comercial o simplemente una preferencia personal.
Una de las escritoras contemporáneas que siguió esta tendencia es J.K. Rowling. Sus editores pensaron que sería mejor utilizar sus iniciales en lugar de su nombre Joanne. Creyeron que, si escondía su género, sus libros de Harry Potter tendrían mayor acogida. Poco tiempo después ganó un premio y todos conocimos su rostro. En 2013, publicó la serie de libros de Cormoran Strike bajo el seudónimo de Robert Galbraith. Las razones de esta decisión tienen varias versiones, que van desde el sexismo hasta la oportunidad de que Rowling explore un género distinto y sin presiones.
Por fortuna, las mujeres cada vez dejan huellas más fuertes en campos como la literatura, las ciencias y todas aquellas áreas a las que deciden dedicarse. Y aunque ya no es necesario que se escondan tras un nombre masculino, todavía queda mucho trabajo en cuanto a derechos y oportunidades.
CINCO OBRAS POR LAS GRANDES DE LA LITERATURA
Esta serie de relatos breves de Agatha Christie posee los rasgos más significativos del característico estilo que ha dado fama internacional a la «Reina del Crimen». El conjunto de cuentos que el lector encontrará reúne tramas intrigantes, finales imprevisibles y la capacidad para fascinar de quien ha escrito algunos de los relatos más inolvidables en la historia de la literatura. Tres ratones ciegos es, sin duda, una compilación imprescindible para los incondicionales del crimen, del misterio y de los inigualables Miss Marple y Hércules Poirot.
Harry Potter nunca ha oído hablar de Hogwarts hasta que empiezan a caer cartas en el felpudo del número 4 de Privet Drive. Llevan la dirección escrita con tinta verde en un sobre de pergamino amarillento con un sello de lacre púrpura, y sus horripilantes tíos se apresuran a confiscarlas. Más tarde, el día que Harry cumple once años, Rubeus Hagrid, un hombre gigantesco, cuyos ojos brillan como escarabajos negros, irrumpe con una noticia extraordinaria: Harry Potter es un mago, y le han concedido una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. ¡Está a punto de comenzar una aventura increíble!
El señor March se ha marchado a la guerra y sus cuatro hijas deben quedarse en casa con su madre, su tía y sus amigos, en medio del bullicio de la vida burguesa de Nueva Inglaterra. Meg, Beth, Amy y Jo, las cuatro hermanas March, tienen intereses muy distintos, pero juntas viven y sufren los cambios que conlleva hacerse un lugar en el mundo y, lo más complicado de todo, crecer.
Fort Bragg, 2010. Daniel creía que nada ni nadie podría volver a separarlo de Luce, pero estaba muy equivocado. Ángeles y demonios acaban de sellar un pacto tan excepcional como las circunstancias que los rodean: se concederán 18 días de tregua para dar caza a los desterrados, los ángeles caídos que han sido condenados al exilio y que ahora buscan a Luce.
Como agua para chocolate es el best seller mexicano que, como ningún otro, ha dado la vuelta al mundo. Tita y Pedro se aman. Pero ella está condenada a permanecer soltera, cuidando a su madre hasta que ella muera. Y Pedro, para estar cerca de Tita, se casa con su hermana Rosaura. Las recetas de cocina que Tita elabora, además de construir narrativamente la novela, puntean el paso de las estaciones de su vida, siempre marcada por la presente ausencia de Pedro. Como agua para chocolate es una agridulce comedia de amores y desencuentros, una obra chispeante, tierna y pletórica de talento que se ha convertido en uno de los mayores éxitos de la literatura latinoamericana.
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