Arroz de grano corto o medio (tipo japonés): absorbe bien los sabores y tiene la textura pegajosa ideal para sushi y donburis.
Vinagre de arroz: esencial para aderezar el arroz y equilibrar sabores en muchos platillos.
Sake: licor tradicional de arroz, utilizado tanto en la cocina como en la mesa. En gastronomía, aporta profundidad de sabor en caldos, salsas y marinadas.
Consejo del chef: lave el arroz hasta que el agua salga clara. Esto elimina el exceso de almidón y garantiza la textura perfecta.
Salsa de soya (shoyu): infaltable para potenciar el umami en cualquier platillo.
Jengibre encurtido (gari): acompañamiento tradicional del sushi, utilizado para limpiar el paladar entre diferentes tipos de pescado y disfrutar mejor cada sabor.
Salsa teriyaki: mezcla equilibrada de salsa de soya, azúcar, mirin y sake que aporta un glaseado dulce y umami a carnes, tofu y vegetales.
Wasabi: raíz picante que resalta el sabor de los pescados crudos.
Consejo del chef: nunca sumerja el arroz del sushi en la salsa de soya. Solo humedezca el pescado ligeramente para no alterar el equilibrio del platillo.
Pescados: atún y salmón son esenciales para sushi y sashimi.
Tofu: proteína vegetal muy versátil en sopas, ensaladas y guisos.
Hongos shiitake: dan profundidad y umami a caldos y salteados.
Alga nori: fundamental para hacer sushi y darles un toque crujiente a los platos.
Consejo del chef: el equilibrio es clave, combine proteínas frescas con vegetales ricos en umami para lograr platos japoneses más auténticos y armoniosos.
Para sushi y makis, use arroz japonés de grano corto bien lavado y aderezado con vinagre de arroz, azúcar y sal.
Para nigiris, forme pequeñas porciones de arroz con las manos húmedas y cubra con pescado fresco (salmón, atún o camarón).
Para makis, coloque alga nori sobre una esterilla, extienda una fina capa de arroz y agregue ingredientes como aguacate, pepino y pescado antes de enrollar.
Elija un buen caldo: el corazón del ramen es el caldo. Puede usar caldo de pollo, cerdo, miso o soya. Se debe cocinar a fuego lento para extraer los sabores. Si no se tiene mucho tiempo, un buen caldo base listo también puede funcionar.
Fidos bien cocidos: agregue fideos ramen cocidos al dente.
Proteínas: huevos marinados, panceta de cerdo, pollo o tofu son opciones clásicas. El atún rojo puede ser una variante interesante.
Toppings frescos: cebollín, algas nori, maiz dulce, hongos shiitake, aportan textura y sabor.
Salsas: la salsa de soya se añade al final para ajustar el sabor sin sobrecargar el caldo.
Aceite: un chorrito de aceite de ajonjolí o aceite picante justo antes de servir potencia los sabores.
Base: arroz japonés caliente.
Agregue: proteína como pollo teriyaki, tempura de camarón o atún sellado.
Termine: con cebollín, huevo duro y un toque de salsa de soya o de ostras.
La clave está en la masa: harina, agua helada y huevo.
Use aceite caliente (175°C-180°C) para una fritura ligera y crocante.
Fría en pequeñas tandas, así evitará que la temperatura del aceite baje.
La cocina japonesa se base en el control del fuego. Aprenda a manejar las temperaturas para lograr texturas perfectas.
Agemono: técnica de fritura japonesa que incluye tempura y tonkatsu.
Alga Nori: alga seca utilizada para envolver sushi y onigiris o como topping en ramen.
Bento: comida servida en una caja compartimentada con arroz, proteínas y vegetales.
Chashu: cerdo marinado y cocido a fuego lento, utilizado como topping en ramen.
Dashi: caldo base hecho con alga kombu y katsuobushi (bonito seco), utilizado en sopas y salsas.
Donburi: plato servido en un tazón con arroz y una variedad de ingredientes encima.
Itadakimasu: expresión japonesa utilizada antes de comer para agradecer la comida.
Makisu: tapete de bambú utilizado para enrollar sushi.
Miso: pasta fermentada de soya utilizada en sopas, aderezos y salsas.
Nigiri: tipo de sushi en el que una bola de arroz es moldeada a mano y cubierta con pescado crudo.
Nimono: técnica de cocción a fuego lento utilizada en guisos y estofados japoneses.
Ramen: sopa de fideos con caldo a base de dashi, miso o salsa de soya, acompañada de toppings como chashu y huevo marinado.
Sake: bebida alcohólica japonesa hecha de arroz fermentado, consumida caliente o fría.
Sashimi: pescado o mariscos crudos en finas láminas, servidos sin arroz.
Shari: arroz japonés aderezado con vinagre, azúcar y sal, utilizado para sushi.
Shoyu: salsa de soya, un condimento básico en la cocina japonesa.
Sushi: arroz avinagrado combinado con pescado crudo, mariscos, verduras o huevo, presentado en diferentes formas.
Takoyaki: bolitas de masa con pulpo cocidas en una sartén especial.
Teishoku: menú japonés que consiste en una combinación equilibrada de arroz, sopa, proteína y encurtidos.
Tempura: técnica de fritura ligera utilizada para mariscos y verduras, con una masa especial a base de harina y agua fría.
Tonkatsu: chuleta de cerdo empanizada y frita, servida con salsa tonkatsu.
Tofu: cuajada de soya utilizada en sopas, ensaladas y platos calientes.
Umami: es el quinto sabor básico, descrito como una sensación sabrosa, profunda y equilibrada que potencia el gusto de los alimentos ricos en glutamatos naturales, como el miso, el queso parmesano, los tomates y el dashi japonés.
Wasabi: pasta verde picante hecha de la raíz de wasabi, acompañamiento tradicional del sushi.
Yakimono: técnica de cocción a la parrilla utilizada para platos como yakitori (brochetas de pollo).
Yakitori: brochetas de pollo marinadas y asadas.