De lo ancestral a lo natural, de lo natural a lo nutritivo y de lo nutritivo a lo delicioso. Esa ha sido la evolución de Ethnisnack.
Un snack sano con identidad propia. Ese fue el sueño de dos mujeres emprendedoras. Su mayor deseo era rescatar la alimentación ancestral y la cultura gastronómica ecuatoriana, dando un valor agregado a la materia prima autóctona y transformándola en productos de alta calidad. Para eso, su eje de negocio se centró en el trabajo cercano con comunidades indígenas, involucrándolas en la cadena de valor y apoyándolas en temas sociales y comunitarios. Así, lograron su sueño: alimentar y nutrir al consumidor, ofreciendo productos de alto contenido nutricional.
María Soledad Casares y Andrea Almeida fundaron este emprendimiento en 2009 y son empresarias 100% ecuatorianas. La innovación de su negocio, 10 años después, se ve reflejada en productos nutritivos y deliciosos, que llegan a las manos de los consumidores después de la tecnificación de alimentos típicos de nuestra tierra. Es así como se han dado a conocer al mundo -como proveedoras de alimentos auténticos- y han realzado la biodiversidad de Ecuador.
Portafolio de productos
La esencia de sus productos se resume en la tierra de las tres regiones de un país megadiverso. Actualmente ofrecen al mercado nacional e internacional los siguientes snacks:
• Chochines: el chocho es una leguminosa que crece en los Andes ecuatorianos y es considerada la ‘soya del páramo’ por su alto contenido de proteína vegetal de buena calidad. Para producir este bocadillo de chochos fritos, Ethnisnack compra la materia prima directamente a comunidades indígenas de la zona de Cotopaxi. Este es un producto libre de aditivos, químicos
y colesterol.
• Julyz: es un mix de vegetales, como el camote, papa, zanahoria blanca y plátano, en corte juliana. Esta combinación crujiente de sal y dulce está libre de grasas trans y aditivos químicos.
• Harina de chocho: 100% chocho pulverizado. Es ideal para batidos, sopas, bebidas
o pasteles.
AEI, un aliado estratégico
Actualmente, la empresa forma parte de la Alianza para el Emprendimiento e Innovación Ecuador (AEI), desde donde han recibido constante apoyo para la promoción de sus productos, asesoría para ser parte del sello ‘Bien Hecho en Ecuador’ y capacitaciones en distintas áreas.
Las empresarias aseguran que “el AEI ha sido un aliado para acceder a diferentes oportunidades de negocio y perspectivas de expansión. Hemos recibido siempre su atención y apoyo al presentarse dificultades en el camino”.
Proyección al futuro
Cuando les preguntan a estas emprendedoras cuál es su futuro empresarial, expresan que su visión es seguir siendo pioneras en ofrecer alternativas nutritivas de snacks. “Queremos dar a conocer al mundo los sabores del Ecuador y, a la par, generar más fuentes de empleo”, afirman.
Creen firmemente en las alianzas y en el trabajo en equipo como impulso para lograr sus objetivos. Basados en este principio, Ethnisnack se ha planteado planes ambiciosos. Acaban recibir dos certificaciones: Comercio Justo y Bio para exportar sus productos a Europa. Al momento, están en proceso de certificación HACCP para mejorar la calidad y este año, se proyectan sacar nuevos productos.
Grandes retos
A través de los años, Ethnisnack atravesó varias dificultades, pero la principal fue en 2014. Tras el cambio en la normativa de etiquetado, tuvieron que salir del mercado por dos años. No obstante, su trabajo fue siempre valorado por los consumidores y durante este periodo recibieron varios premios de emprendimiento por su labor.
En 2017 decidieron retomar la producción, dándole un giro al proyecto y direccionándolo no solo al mercado local, sino también hacia la exportación.
Mediante alianzas con comunidades agricultoras, materia prima ecuatoriana se transforma en Ethnisnack, snacks con identidad y
alta calidad
